El duelo emigratorio en niños requiere de un proceso de contención anímica
La psicólogo-clínico María Mendoza Hitcher aborda el tema sobre
los efectos en menores cuyos padres deben abandonar el país
María Mendoza Hitcher: "Las promesas hechas a los hijos deben ser respetadas" |
(Caracas-Infofundaciv) Entendido como un estado
emocional que puede invadir a la persona la cual debe separarse de sus seres
más queridos, el llamado duelo migratorio se presenta en los niños con síntomas
que demandan la atención de sus padres, antes de irse, con las herramientas
básicas que permitan brindarles la contención anímica que requieren. Tales son
entre otras las apreciaciones de la psicólogo-clínico María Mendoza Hitcher en
relación con los efectos sobre el menor
ante situaciones de separación de su entorno familiar íntimo.
Con una amplia experiencia en el abordaje de
problemáticas en el área infanto-juvenil, tales como trastornos emocionales y
conductuales, la experta forma parte del grupo de profesionales de la salud al
servicio la Fundación Centro
Ítalo-Venezolano (Fundaciv).
Explica en primer lugar, en cuanto a la
separación a la que generalmente se pueden ver obligados los miembros de una
familia, que en el caso de la migración se produce una situación
de duelo emocional, donde define el duelo migratorio como una pérdida
psicológica y social que, aunque es diferente a una pérdida física, presenta los mismos síntoma y etapas ya que
igualmente es un duelo emocional.”, agregó.
La intensidad
Mendoza Hitcher señala dos situaciones a las que se someten en la actualidad los niños ante una contingencia migratoria como la que hoy se observa en Venezuela: en primer lugar, la del niño que se marcha junto con sus padres del país, dejando atrás a sus amigos y compañeros de estudios, la cual considera que impone un estado emocional “menos complejo” del que pueden experimentar cuando son los padres los que se alejan, dejándolos bajo la protección de familiares más cercanos después de sus propios padres.
Mendoza Hitcher señala dos situaciones a las que se someten en la actualidad los niños ante una contingencia migratoria como la que hoy se observa en Venezuela: en primer lugar, la del niño que se marcha junto con sus padres del país, dejando atrás a sus amigos y compañeros de estudios, la cual considera que impone un estado emocional “menos complejo” del que pueden experimentar cuando son los padres los que se alejan, dejándolos bajo la protección de familiares más cercanos después de sus propios padres.
Señala en tal sentido que se trata este de un
tema que es actualmente abordado por los
Centros Comunitarios de Aprendizaje (Cecodap),
con el propósito de orientar a los padres y cuidadores en la atención a los
niños sometidos a este tipo de situaciones, ya que “el duelo migratorio es
considerado altamente riesgoso, por afectar la salud mental, ya que el niño se ve en una
situación de abandono , deprimido, porque teme no volver a ver a sus padres, y esto va dejando marcas
importantes en su autoestima”.
La tarea de padres
y cuidadores
Para quienes están llamados a asumir la responsabilidad de atender debidamente a los niños que están bajo su cuidado, la profesional estima que estos deben manejar las herramientas básicas para “brindarles la contención emocional antes de irse, buscar la ayuda de un psicólogo o de algún consejero que pueda apoyarlos para procesar lo que es la experiencia en estos casos; buscar todos los medios tecnológicos que pueda tener a su disposición para mantener vivo ese vínculo aún después de su partida”.
Para quienes están llamados a asumir la responsabilidad de atender debidamente a los niños que están bajo su cuidado, la profesional estima que estos deben manejar las herramientas básicas para “brindarles la contención emocional antes de irse, buscar la ayuda de un psicólogo o de algún consejero que pueda apoyarlos para procesar lo que es la experiencia en estos casos; buscar todos los medios tecnológicos que pueda tener a su disposición para mantener vivo ese vínculo aún después de su partida”.
Agrega que, igualmente, los procesos y
promesas hechas a los hijos deben ser respetados, “ya que cada niño tiene una
proceso diferente, porque lo que está más en peligro ante este duelo es la
confianza, dado que en él queda la duda de si volverá a ver a sus padres”, y
que, si no pueden cumplirles, lo mejor
es que no lo hagan “porque llenan al niño de unas expectativas que al no verse
cumplidas generan una gran frustración, y desencadenan una cantidad de
sintomatologías importantes en él”.
Por otra parte señala la psicóloga que es muy
importante proteger al cuidador desde todo punto de vista, cuando se le asigna
tal tarea, brindándole todas las herramientas; y en tal sentido insiste en
recomendar los cursos de Cecodap, al igual que protegerlos en materia legal, y
que estos cuenten con los instrumentos establecidos en las leyes del país para
ejercer de forma reglamentaria la representación de ese menor o menores
encomendados.
En su cuenta en Instagram
(psico__rincon), la psicólogo-clínico
sintetiza:
El apoyo de los
padres será fundamental en la elaboración del duelo migratorio para lo cual no
existe una receta mágica ni rígida pero si se pueden destacar 4 recomendaciones
fundamentales: (Ver imágenes)
1. Sinceridad.
2. Ser comprensivos sobre los desafíos emocionales.
3. Aumentar la comunicación.
4. Contener sus miedos.
Observar los síntomas
En cuanto a los síntomas, señala María Mendoza Hitcher que los padres y cuidadores deben estar muy atentos en cuanto a los cambios de humor, cuando los niños se vuelven muy llorones, irritables, rabiosos, e impulsivos; así como alteraciones del estado de ánimo y del sueño que, según indica, pueden venir acompañados de pesadillas o de insomnio, sentimientos de abatimiento, falta de interés y de apetito. “Pero todo esto puede estar presente mientras el niño reorganiza su mundo interior, e internaliza la perdida a su nueva vida; pero si estos síntomas persisten por más de seis meses y aumentan su intensidad y frecuencia tendríamos”, señala, y advierte que ante tales evidencias será preciso buscar ayuda; “porque podríamos estar allí ante un duelo complicado, que requiere de una debida orientación”.
1. Sinceridad.
2. Ser comprensivos sobre los desafíos emocionales.
3. Aumentar la comunicación.
4. Contener sus miedos.
Observar los síntomas
En cuanto a los síntomas, señala María Mendoza Hitcher que los padres y cuidadores deben estar muy atentos en cuanto a los cambios de humor, cuando los niños se vuelven muy llorones, irritables, rabiosos, e impulsivos; así como alteraciones del estado de ánimo y del sueño que, según indica, pueden venir acompañados de pesadillas o de insomnio, sentimientos de abatimiento, falta de interés y de apetito. “Pero todo esto puede estar presente mientras el niño reorganiza su mundo interior, e internaliza la perdida a su nueva vida; pero si estos síntomas persisten por más de seis meses y aumentan su intensidad y frecuencia tendríamos”, señala, y advierte que ante tales evidencias será preciso buscar ayuda; “porque podríamos estar allí ante un duelo complicado, que requiere de una debida orientación”.
Acerca de Fundaciv
La Fundación Centro Italiano Venezolano (Fundaciv), es una institución sin fines de lucro que desarrolla actividades de salud pública y educativa. Tiene como pilar fundamental prestar servicio a la comunidad de socios del club y al personal que labora en dichas instalaciones. También desarrolla actividades y jornadas para atender las necesidades de salud de su entorno, como parte de su responsabilidad social.
La Fundación Centro Italiano Venezolano (Fundaciv), es una institución sin fines de lucro que desarrolla actividades de salud pública y educativa. Tiene como pilar fundamental prestar servicio a la comunidad de socios del club y al personal que labora en dichas instalaciones. También desarrolla actividades y jornadas para atender las necesidades de salud de su entorno, como parte de su responsabilidad social.
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